lunes, 29 de enero de 2018

EL HOMBRE QUIERE SER DIOS

Desde los albores del tiempo, desde que el hombre tiene conciencia de sí, desde la primera vez que alzo la mirada al cielo y pudo contemplar las estrellas sintió en su interior ese sentimiento de eternidad, de querer tocar la gloria, de querer dejar su huella y es así como ha buscado d diferentes formas trascender, que su nombre perdure, que sea recordado… algunos que ostentaron el poder reyes, emperadores, faraones, gobernantes; lograron hacerlo mediante grandes gestas militares, grandes triunfos. Otros por grandes obras arquitectónicas, poemas etc. En fin, de diferentes modos han tratado de dejar su huella en la historia.
Si analizamos algunos planteamientos filosóficos por ejemplo el expuesto por: Martin Heidegger en su filosofía deja abierta la posibilidad de una metafísica porque expresa que el sentido de la vida del hombre está en su existencia porque él llega a la conclusión de que si morimos somos seres para la muerte, pero para que la vida tenga sentido tenemos que hacer cosas productivas, tenemos que dejar nuestra marca en la vida. Por eso se justifica las diferentes manifestaciones del ser en la vida. Encontraremos que: el hombre fue arrojado al mundo pues no pidió nacer y sin embargo existe y es en esta existencia concreta, en una realidad específica, dentro de un marco histórico dentro de un lugar entre personas que el hombre trata de seguir adelante, de superarse, de vivir para luego morir. En este plano metafísico dice este autor que el hombre tiene una voluntad para vivir, y es en la práctica de la moral donde encuentra los principios de cómo vivir porque tiene una historia completa,
En contra posición Nietzche en su obra “El superhombre” expresa que el hombre es un ser miserable e inmundo, un ser a medio hacer, un puente entre la bestia y el superhombre, un paso de la pura animalidad a la súper humanidad. Es su destino, pero en su recorrido evolutivo poco ha sido todavía lo alcanzado” Nietzche no hace metafísica porque para el todo termina con la muerte y es en la vida donde el hombre debe alcanzar su pleno desarrollo por consiguiente su autorrealización
Teniendo en cuenta estas posturas contrapuestas podemos ahora sumergirnos dentro de la perspectiva religiosa, para ello tomaremos el texto de la caída que nos presenta el libro del Génesis:
1. La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer:
«¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?»
 2.Respondió la mujer a la serpiente:
«Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3.Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.»
 4.Replicó la serpiente a la mujer:
«De ninguna manera moriréis. 5.Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.»
 6.Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.
 7.Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores. 8.Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín.
 9.Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?»
 10.Este contestó:
 «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.»
 11.El replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?»
 12.Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera medio del árbol y comí.»
 13.Dijo, pues, Yahveh Dios a la mujer: «¿Por qué lo has hecho?» Y contestó la mujer: «La serpiente me sedujo, y comí.»
 14.Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
 15.Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.»
 16.A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará.
17.Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida.
 18.Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo.
19.Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás.»
 20.El hombre llamó a su mujer «Eva», por ser ella la madre de todos los vivientes.
 21.Yahveh Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los vistió.
 22.Y dijo Yahveh Dios: «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre.»
 23.Y le echó Yahveh Dios del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde había sido tomado.
 24.Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida.

     Este relato nos presenta cómo el mal, representado en la serpiente y usando la mentira llega hasta el hombre para hacerle perder el camino y tratar de destruir el proyecto original que Dios tenía para el hombre., el cardenal Ratzinger nos presenta una visión interesante al respecto: “El hombre quiere emancipación total, es decir libertad sin limitaciones, e igualdad, una igualdad en la que desaparezca toda alineación y en la que se realice la perfecta unidad consigo mismo, con la naturaleza y con la humanidad: o sea quiere la divinización. El Nuevo Testamento nos dice que tiene razón en es aspiraciones, pero lo que ocurre es que lo busca precisamente por el camino equivocado. Hay un texto que habla de esto en una visión que resume toda la teología bíblica. Se trata del himno Cristológico de Filipenses 2, 5-11, que dice textualmente:
5. Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo:
 6.El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios.
 7.Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; 8.y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz.
 9.Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. 10.Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,
 11.y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre".
En esta cita se ha incrustado el juramento divino que encontramos en Is 45, 23

 "Yo juro por mi nombre; de mi boca sale palabra verdadera y no será vana: Que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará".

Esas palabras preceden de finales de la época del exilio y en ellas se descubre la alegría victoriosa de Israel, que retorna de la deportación, un Israel que experimenta el triunfo de su Dios, el cual se sirve de los reyes poderoso -Nabucodonosor, y Siro como de siervos suyos, probando que él es el verdadero señor de la historia, el rey de todos los reyes de la tierra, tanto en el exilio como al acabar este, tanto en la victoria como en la caída de Babilonia. En realidad, todos los reyes están a su servicio. No obstante, la experiencia del cumplimiento este versículo tiene que estar en futuro. Es que los mismos gentiles no saben todavía que no llevan a cabo sus planes, sino que sirven a Yahveh. Todavía no ha llegado la hora de que profese su nombre.  Pero en la carta a los Filipenses el futuro de entonces se ha puesto en presente: los cristianos viven ahora la alegría inaudita de que el futuro se haya convertido en presente, pues es ahora cuando ocurre lo inimaginable: los gentiles doblan realmente las rodillas ante Yahveh en la figura de Jesús, rezan su credo, lo reconocen como el Dios de todo el mundo. La liturgia y la fe cristianas resumen estas características de alegría, de realización. Se ha cumplido la Palabra.
     Hasta ahora lo expuesto por el cardenal Ratzinger ha servido para ayudarnos a entender cómo las sagradas escrituras es la brújula que sirven al hombre a encontrarse con su Creador y en este encuentro el hombre alcanza su propósito, su felicidad, su integridad pues Dios es su fin último.
Pero desde un análisis critico con una perspectiva del hombre bíblico antiguo ese Dios todopoderoso, omnipotente y eterno no coincide con el Dios manifestado en la persona de Jesucristo con un mensaje de amor y perdón y que para muchos su proyecto llega hasta la cruz. Continuemos leyendo a Ratzinger para responder estas interrogantes.
“Lo sorprendente es que esta victoria de Yahveh, la adoración de los gentiles se realiza en la cruz, en la humillación suprema. Para aclarar esto, el himno el himno deja al descubierto la perspectiva antropológica de que se trata. El hombre quiere ser Dios dice el versículo 6 aludiendo a una variante del mito de Adán, que resuena en Job 15, 8. Lo quiere y en realidad, no le falta razón, pero lo intenta a modo de Prometeo: robando, arrebatando la igualdad con Dios. Pero él no es ningún Dios. Haciéndose Dios, se opone a la verdad, con lo que este experimento acaba necesariamente en la nada de la mentira. El verdadero hombre-Dios actúa exactamente del modo contrario. Es Hijo, lo que quiere decir que es el deberse y entregarse totalmente. La cruz es en realidad ni más ni menos que la radicalización definitiva del comportamiento del hijo. El lugar que se alumbra la divinización del hombre no es Prometeo, sino la obediencia del Hijo manifestada en la cruz. El hombre puede hacerse <Dios> pero no haciéndose tal así mismo, sino únicamente haciéndose <Hijo>”
Con esta reflexión podemos entender el significado de la cruz y también encontrar sentido a las palabras de Cristo cuando se autodefine como el camino, la verdad y la vida (Cf. Jn 14, 6). Es decir que para el hombre no queda otro camino que la muerte para poder acceder a la resurrección, pero esa muerte debe ser en Cristo Jesús. “Frente a la muerte, el enigma de la condición humana alcanza su cumbre” (GS 18). En un sentido la muerte corporal es natural, pero por la fe sabemos lo que realmente es “salario del pecado” (Rm 6,23; Cf.Gn 2,17). Y para los que mueren en la gracia de Cristo, es una participación en la muerte del Señor para poder participar también en su resurrección (Cf. Rm 6,3-9; Flp 3,10-11) Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) 1006)
Es la verdad porque por medio de él, de su vida, de sus enseñanzas como se obtendrá la clave para su divinización que no es otra cosa que gozar de la presencia beatífica de la Santísima Trinidad.
EVALUACIÓN
1.      Elabora una conclusión crítica tomando en cuenta la opinión de los tres autores citados (Heidegger, Nietzche y Ratzinger)

2.      ¿Tomando en consideración los contenidos de esta sesión interpreta la siguiente cita bíblica: el que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga… (Mt 16,24).

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